Han pasado más de dos semanas desde el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. Desde el mismo momento del ataque, las autoridades iniciaron una investigación que continúa arrojando nuevos detalles sobre la planeación y ejecución del crimen.

Una de las declaraciones más relevantes hasta ahora proviene de Katherine Martínez, alias Gabriela, una joven de 19 años que viajaba en el vehículo desde el cual se le entregó el arma al menor que finalmente disparó contra Uribe. Su testimonio ha sido clave para entender la operación desde adentro: relató cómo se organizó el atentado, cuánto le ofrecieron por participar y quién estuvo detrás de la coordinación.

De acuerdo con la Fiscalía, 'Gabriela' reveló que la acción fue coordinada por Elder Arteaga, alias El Costeño, quien habría hecho promesas económicas a los distintos involucrados. El menor que disparó declaró tras su captura que lo hizo "por plata", y que se le prometieron 20 millones de pesos que solo recibiría si completaba el ataque.

En el caso de Katherine, el pago dependía del resultado del atentado: si Miguel Uribe moría, recibiría 10 millones de pesos. Si no lograban el objetivo, su compensación sería mucho menor, entre 600.000 y 700.000 pesos, únicamente por el transporte del arma. La joven también confesó que Arteaga le advirtió que la operación era “una vuelta suicida” y que no se esperaba que el menor sobreviviera. Según su testimonio, había conocido a El Costeño dos meses antes del ataque, cuando él comenzó a pedirle favores relacionados con el transporte y almacenamiento de armas y explosivos.

Otro testimonio importante es el de Carlos Mora, conductor del vehículo en el que se movilizaban. Mora aseguró que le ofrecieron cinco millones de pesos por hacer las veces de “patrulla” durante la operación. En su relato, dice que El Costeño fue claro desde el principio: “Va a hacer una operación para meterle plomo a alguien”. Luego del atentado, según ‘Gabriela’, Arteaga le dijo que se trasladara a Florencia, Caquetá, donde podría refugiarse y continuar su vida con ayuda de estructuras guerrilleras locales. Fue allí donde, tras varios días, las autoridades finalmente la capturaron mientras intentaba pasar desapercibida.

Aunque Katherine Martínez ha colaborado con la investigación proporcionando información clave sobre la planeación del ataque, no ha podido aportar datos certeros sobre el paradero actual de El Costeño. Según ella, el hombre planeaba huir hacia Barranquilla. Las autoridades continúan con la búsqueda del principal sospechoso y trabajan para desmantelar la red detrás del atentado fallido contra Miguel Uribe Turbay.