El triple campeón mundial de ciclismo Óscar Freire, de 48 años, fue reportado como desaparecido este miércoles 5 de febrero tras abandonar su residencia en circunstancias inusuales, según reveló el Diario Montañés. Su familia alertó a la Guardia Civil al percatarse de que había dejado atrás objetos personales clave, como tarjetas bancarias y llaves. Aunque su vehículo fue localizado, no había rastro del ex ciclista. Horas después, fuentes cercanas confirmaron que Freire se ausentó voluntariamente y ya está localizado, descartándose cualquier riesgo para su integridad.  

El hermano del deportista fue quien comunicó el paradero del astro cántabro, según informó Edu García, director de Radioestadio -Onda Cero-. La familia había activado el protocolo de búsqueda al no tener noticias desde el martes, aunque el desenlace tranquilizó a sus seguidores.  Freire, nacido en Torrelavega en 1976, es una figura histórica del ciclismo español. Tras retirarse en 2012, dejó un legado incomparable: tres títulos mundiales (1999, 2001 y 2004) que lo igualaron a leyendas como Eddy Merckx. Su primer triunfo en Verona, un año después de debutar como profesional, sorprendió al mundo, demostrando que los velocistas españoles podían dominar en la élite.  

Más allá de sus victorias, Freire se consolidó como un referente de constancia y técnica. Incluso en sus últimos años, mantuvo vínculos con el deporte: hace dos semanas compartió un video entrenando con su hijo Marcos, quien recientemente firmó con el UAE Team Emirates y promete seguir los pasos de su padre.  

El incidente de su desaparición contrasta con su imagen pública de vida estable. Hace días, Freire viajó a Castellón para apoyar a su hijo en competencias locales, reflejando su rol de padre comprometido. Aunque el episodio generó preocupación, su rápida resolución subraya que, pese a las leyendas que forjó en la carretera, Freire sigue escribiendo su historia lejos de los reflectores.