La proteína “locha” que te no deja hacer ejercicio
Redacción Internacional -22/08/2024 -8:05
gercargo@hotmail.com
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La proteína “locha” que te no deja hacer ejercicio
Redacción Internacional -22/08/2024 -8:05
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El mundo contemporáneo presiona de forma permanente a las personas a hacer ejercicio como un hábito saludable. Sin embargo, este propósito suele ser uno de los más difíciles de mantener, a menudo por la falta de motivación.
Incorporar el ejercicio en la vida diaria puede requerir un gran nivel de disciplina y fuerza de voluntad. Para algunas personas, el simple hecho de ponerse en movimiento representa un desafío monumental. La investigadora Guadalupe Sabio, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha revelado en una entrevista con 'El Faro aquí' que la resistencia a hacer ejercicio podría tener una base biológica. Según Sabio, una proteína "vaga" en nuestros músculos podría ser la culpable de la falta de motivación para realizar actividad física.
El estudio llevado a cabo por el CNIO ha identificado dos proteínas en nuestros músculos que actúan como un "interruptor" para la motivación de hacer ejercicio. Una de estas proteínas promueve el deseo de hacer ejercicio, mientras que la otra actúa como un freno, inhibiendo esa motivación. "Estas dos proteínas se activan cuando hacemos deporte", explica Sabio. Esto significa que cuanto más ejercicio realicemos, más se activará la proteína que genera el deseo de seguir haciendo actividad física, lo que podría explicar por qué algunas personas encuentran que el ejercicio se vuelve adictivo con el tiempo.
Guadalupe Sabio describe cómo la proteína "vaga" funciona como un mecanismo de compensación para evitar que el deseo de hacer ejercicio se descontrole. Sin este freno, las personas podrían sentirse continuamente impulsadas a realizar actividad física sin descanso. Además, Sabio aclara que estas proteínas no están determinadas por la genética, sino que su activación depende más de la actitud y los hábitos de cada individuo.
En estudios realizados con ratones, los científicos observaron que al eliminar la proteína "vaga", los animales mostraban un deseo incesante de hacer ejercicio, y a mayor intensidad. Cuando estos hallazgos se aplicaron a humanos, se descubrió que tras un ejercicio intenso como el ciclismo la proteína que fomenta la actividad física se activaba de manera significativa. Actualmente, los investigadores están explorando cómo esta proteína se comporta en diferentes tipos de deporte y qué condiciones son necesarias para mantener activas las ganas de hacer ejercicio.
Una revelación clave del estudio es que los niveles de esta proteína varían entre individuos. Sabio señala que en personas con obesidad la proteína que estimula la motivación para hacer ejercicio es mucho más baja en la sangre. Este hallazgo podría explicar por qué las personas con sobrepeso tienen menos ganas de realizar actividad física, cayendo en un ciclo vicioso que dificulta aún más el inicio y mantenimiento de una rutina de ejercicio.
Mirando hacia el futuro, el objetivo de los investigadores es desarrollar un fármaco mimético que imite los efectos de la proteína que promueve la actividad física, lo que podría potencialmente ayudar a aquellas personas que luchan por encontrar la motivación para hacer ejercicio. Sin embargo, Sabio advierte que este desarrollo es a largo plazo, ya que se requieren ensayos clínicos que podrían durar hasta 20 años. Mientras tanto, la investigadora enfatiza la importancia de hacer ejercicio de manera regular para estimular la producción natural de esta proteína y, por ende, aumentar el deseo de mantenerse activo.