La explotación sexual de menores de edad continúa siendo un flagelo en Colombia, manifestándose cada vez con mayor frecuencia en la vida cotidiana. La noche del viernes 5 de abril, Bucaramanga fue testigo de un dramático rescate en un motel ubicado en el corazón de la ciudad, donde una joven de nacionalidad extranjera fue liberada de un presunto caso de explotación sexual.

Las autoridades, alertadas por la situación, desplegaron un operativo inmediato que culminó con el cierre y la sanción del establecimiento en cuestión. Este suceso se inscribe en una semana marcada por casos similares en todo el país. En Medellín, Antioquia, recientemente se desató un escándalo con la implicación de un ciudadano extranjero y dos menores de edad. Al mismo tiempo, en Bucaramanga, se han tomado medidas enérgicas contra diez hoteles y residencias que, según informes, no solo incumplen las normas sanitarias, sino que también parecen estar siendo cómplices en el alarmante aumento de la prostitución infantil.

Estos eventos son un sombrío recordatorio de la persistencia de este problema grave en la sociedad colombiana. Se necesita una acción firme y coordinada por parte de las autoridades y la comunidad en general para combatir eficazmente esta forma de explotación y proteger a los niños y niñas vulnerables de nuestro país. El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, hizo circular estas imágenes a través de la red social X al tiempo que afirmó su compromiso de cero tolerancia con el abuso a menores de edad en la ciudad.