Este martes, el expresidente argentino Alberto Fernández (2019-2023) se presentó ante la Justicia para declarar en el caso en el que se le acusa de violencia machista contra su expareja, Fabiola Yáñez. Durante su comparecencia, Fernández entregó un extenso escrito al juez en el que negó las acusaciones.

El exmandatario llegó a los tribunales federales de Comodoro Py en Buenos Aires casi una hora antes de la cita programada para las 11:00 horas (14:00 GMT), acompañado por su abogada, Silvina Carreira. Aunque estaba dispuesto a presentar su defensa, decidió no responder a las preguntas del juez Julián Ercolini ni del fiscal Ramiro González. En su lugar, presentó un documento de aproximadamente 200 páginas en el que refutó haber ejercido violencia física sobre Yáñez, solicitó su sobreseimiento y anunció su intención de denunciarla por falso testimonio.

Fernández expresó: “Mi decisión de no responder preguntas que no provengan de mi abogada defensora no significa que evite la verdad. Simplemente creo que el juez y el fiscal carecen de la ética necesaria para juzgarme o acusarme”, según lo reportado por el diario La Nación. En los meses previos, el expresidente había intentado apartar al juez y al fiscal del caso, argumentando incompetencia y falta de imparcialidad en su actuación. 

La declaración de este martes se produjo después de varias citaciones anteriores que habían sido pospuestas a solicitud de la defensa. Según el fiscal, se le imputa a Fernández haber causado lesiones a Yáñez en al menos dos ocasiones, incluyendo agresiones físicas en su brazo y ojo derechos. En un documento judicial emitido el 21 de noviembre, se afirmaba que existían “elementos de convicción” suficientes para avanzar con el proceso legal contra él.

La Fiscalía acusa al exjefe de Estado de haber ejercido ocho años de “violencia psicológica, física y económica” hacia la ex primera dama, incluyendo cargos por “lesiones leves y graves agravadas por violencia de género y amenazas coactivas”, lo que podría conllevar penas de entre tres y 18 años de prisión.

Yáñez, de 43 años, presentó la denuncia contra Fernández, de 65 años, tras descubrirse en una investigación sobre supuestos actos de tráfico de influencias conversaciones e imágenes en el teléfono de su secretaria que podrían indicar la existencia de “lesiones leves en un contexto de violencia de género”.

Después de la audiencia del martes y tras haber tomado declaraciones a una veintena de testigos —incluyendo a Yáñez, personas cercanas a la pareja y personal de la residencia presidencial—, el juez tiene un plazo de diez días para decidir sobre el posible procesamiento del expresidente en esta causa.