Michael Leguizamón Castelblanco era buscado intensamente en Soacha y Bogotá por su presunta responsabilidad en el feminicidio de Estefanía Franco. El trágico incidente que involucró a la mujer de 30 años conmocionó a la comunidad el 12 de mayo, durante la celebración del Día de la Madre. Según información de las autoridades, Leguizamón atacó violentamente a su pareja con un arma blanca, causándole graves heridas.

En el momento del ataque, las dos hijas de la pareja estaban presentes en el apartamento. Una de las niñas, de 10 años, salió en busca de ayuda para su madre, quien estaba gravemente herida. "Una de las niñas, la de 10 años, fue la que pidió auxilio para su mamá", relató a los medos Jorge Franco, padre de Estefanía. Gracias a su aviso, Estefanía fue trasladada a un hospital en Soacha, pero falleció debido a la gravedad de sus heridas.

A pesar de conocer el asesinato, Leguizamón, de 32 años, contactó a la familia de Estefanía para preguntar por las niñas sin revelar su paradero. Las autoridades lo señalaron como el principal sospechoso del feminicidio y ofrecieron una recompensa de 20 millones de pesos por información sobre su paradero. La Policía priorizó la búsqueda, rastreando cada rincón de Soacha y Bogotá.

El 22 de mayo, Jorge Franco recibió una llamada que cambió el curso de la investigación. Las autoridades informaron que Michael Leguizamón había muerto. Aunque las circunstancias de su muerte están siendo investigadas, se cree que falleció accidentalmente mientras huía tras el homicidio. Según los informes, Leguizamón sufrió quemaduras y fue llevado al hospital Simón Bolívar en Bogotá, donde murió por un infarto y las quemaduras. Jorge Franco expresó su consternación por la muerte de Leguizamón, lamentando que esta situación impide esclarecer los detalles y motivos detrás del asesinato de Estefanía Franco. Sin embargo, se abren muchas interrogantes sobre esta muerte: ¿venganza? ¿justicia por propia mano? ¿suicidio?