Según las autoridades, Royero Díaz, de 26 años, fue encontrado con una grave herida en el pecho, causada presuntamente por su pareja sentimental, Ximena Martínez Jaramillo, quien fue detenida poco después por la Policía. El incidente tuvo lugar en un hotel de Anzá, Antioquia, donde la pareja aparentemente había sostenido una discusión que derivó en violencia. La Fiscalía General de la Nación ha asumido el caso y ya ha procedido a la judicialización de la sospechosa.

De acuerdo con la información proporcionada por el ente acusador, el altercado entre la pareja escaló rápidamente, culminando en una agresión con un arma cortopunzante que Martínez Jaramillo habría utilizado para herir a Royero Díaz en el pecho. Las lesiones resultaron ser letales, ocasionando la muerte del joven médico en el lugar de los hechos.

Cuando las autoridades arribaron al sitio del suceso, Martínez Jaramillo, de 37 años, presentaba una lesión visible en el rostro y, según los reportes iniciales, habría alegado que actuó en defensa propia durante la confrontación. Sin embargo, la Fiscalía le imputó formalmente el delito de homicidio simple, un cargo que la acusada no aceptó en la audiencia preliminar.

El juez de control de garantías encargado del caso decidió imponerle a la mujer medida de aseguramiento en forma de detención domiciliaria, mientras avanza el proceso judicial en su contra. Mientras tanto, el cuerpo de Wilson Eduardo De Jesús Royero Díaz fue trasladado a Barranquilla, su ciudad natal, donde sus familiares y amigos lo despidieron con profundo dolor. Rosemary Díaz Meza, madre del fallecido, relató a Caracol Radio uno de los momentos más desgarradores de su vida: la última videollamada que recibió de su hijo en la madrugada del domingo. "Eran las 3:16 de la mañana y yo estaba en turno en el Hospital Niño Jesús, donde trabajo como enfermera jefa. Recibí una videollamada de mi hijo, y sus palabras fueron: 'mamá, me estoy muriendo…'", recordó entre lágrimas.

La comunidad médica y barranquillera en general sigue conmocionada por la trágica pérdida de este joven profesional, cuyo futuro prometía grandes cosas.