Dimitri Fricano, acusado del asesinato de Erika Preti, se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario debido a su obesidad, lo que ha generado una gran indignación en la familia de la víctima. Fricano fue condenado por apuñalar a Preti 57 veces durante una discusión en Cerdeña el 11 de junio de 2017. Su reciente traslado de la prisión de Ivrea a su casa en Pralungo ha sido motivo de dolor y frustración para los padres de Erika, quienes viven a pocos pasos del asesino de su hija.

Fabrizio Preti, el padre de Erika, expresó su descontento al ver a Fricano caminando libremente por las calles del pueblo. "Es vergonzoso. ¿Cómo es posible que lo veamos paseando mientras nuestra hija ya no está aquí?", comentó Fabrizio, quien se siente impotente ante la situación. Desde que Fricano fue puesto bajo arresto domiciliario, los Preti han tenido que lidiar con encuentros inesperados con él en lugares públicos, lo que agrava su dolor.

Fricano tiene permiso para salir de su hogar para recibir tratamiento médico y puede desplazarse libremente durante tres horas al día. Vive con sus padres y, según Fabrizio, su situación parece más cómoda que la que enfrentan ellos: "Él puede vivir su vida normalmente, mientras nosotros solo podemos visitar a nuestra hija en el cementerio".

El padre de Erika también criticó la falta de acción judicial respecto a la audiencia que debía determinar si Fricano regresaría a prisión o continuaría bajo arresto domiciliario. "Es inaceptable que el asesino de mi hija pueda salir todos los días. Cada vez que salgo, tengo miedo de encontrarme con él", dijo Fabrizio, quien ha tenido que mantenerse alerta y ansioso ante la posibilidad de un encuentro.

La situación ha llevado a tensiones entre la familia Preti y Fricano, con incidentes que han requerido la intervención policial. En una ocasión, Fabrizio tuvo un altercado verbal con Fricano y su padre en el centro de Biella, lo que resultó en una denuncia por parte del asesino. La familia ha intentado buscar apoyo institucional para abordar esta difícil situación, pero se siente abandonada por las autoridades.

La espera por una nueva audiencia judicial ha sido larga y frustrante. Originalmente programada para noviembre, no se ha fijado una nueva fecha y podría posponerse hasta enero. Mientras tanto, Fricano permanece bajo arresto domiciliario, lo que hace que esta Navidad sea especialmente difícil para la familia Preti.

En resumen, el caso de Dimitri Fricano no solo resalta las complejidades del sistema judicial italiano en relación con los delitos violentos, sino también el profundo impacto emocional que tiene sobre las víctimas y sus familias cuando los perpetradores parecen llevar una vida normal tras cometer crímenes atroces. La lucha por justicia continúa para los esposos Preti mientras enfrentan la realidad dolorosa de vivir tan cerca del hombre que les quitó a su hija.