Bogotá se enfrenta a un preocupante incidente de inseguridad que involucra a un adolescente de 16 años, quien fue víctima de un robo tras ser engañado por un hombre mientras se dirigía a su entrenamiento de fútbol en el norte de la ciudad. El suceso ha generado indignación y alerta entre la comunidad, especialmente por la forma en que operan los delincuentes, apuntando a menores de edad.

Según relata Karen Paola Acosta, la madre del joven, el agresor interceptó a su hijo utilizando una táctica para ganarse su confianza. El hombre, fingiendo necesitar ayuda, le preguntó al adolescente por la ubicación de una veterinaria y le solicitó asistencia con un supuesto perro. Con esta excusa, logró convencer al joven de que lo acompañara a un callejón cercano.

Una vez en el lugar, el delincuente reveló sus verdaderas intenciones, amenazando al menor con un arma blanca y exigiéndole la entrega de sus pertenencias. "Le quita el celular, le quita las claves de todo lo que tiene en el celular, le quita todos los implementos, se van creo que unas motos detrás del tipo, pero pues el tipo se pierde", detalló Acosta en diálogo con Citytv, evidenciando la gravedad del robo y la posible participación de una banda delictiva.

Tras varios minutos de angustia, el joven logró escapar del agresor y pedir ayuda. La madre del menor destacó la inquietud que genera la aparente premeditación del delincuente, quien, según testimonios de vecinos, habría estado vigilando la zona durante una hora antes de abordar a su hijo. "Genera incertidumbre que los vecinos me indican que el señor o el individuo estuvo una hora parqueado en la droguería como revisando, mirando a ver de pronto a quién robaba", lamentó Acosta.

El caso ha sido denunciado ante la Fiscalía, que ya ha iniciado una investigación para identificar y capturar al responsable. Además del trauma físico y la pérdida de sus pertenencias, el joven ha sufrido consecuencias psicológicas debido a la experiencia, lo que ha afectado su rutina diaria y su tranquilidad al trasladarse a su colegio y a sus entrenamientos de fútbol.

Este incidente se suma a la creciente preocupación por la inseguridad en Bogotá, y pone de manifiesto la necesidad de reforzar las medidas de prevención y protección, especialmente para los menores de edad. Las autoridades hacen un llamado a la comunidad para que estén alerta y denuncien cualquier actividad sospechosa, con el fin de evitar que este tipo de situaciones se repitan.