La Agencia Federal de Prisiones hizo un anuncio trascendental el pasado lunes al decidir el cierre de una institución correccional para mujeres en California, conocida desafortunadamente como "el club de la violación". Esta decisión llega después de múltiples intentos por reformar la institución, desencadenados por una investigación realizada por The Associated Press que reveló una serie de abusos sexuales perpetrados por guardias contra las reclusas.

Colette Peters, directora de la Agencia de Prisiones, compartió en un comunicado dirigido a AP que su oficina había tomado medidas sin precedentes y había destinado considerables recursos para abordar la cultura institucional, los procesos de contratación y retención, así como la infraestructura obsoleta, pero, sobre todo, para abordar la mala conducta del personal.

"Sin embargo", afirmó Peters a la prensa, "a pesar de estos esfuerzos y recursos, hemos llegado a la conclusión de que la Institución Correccional Federal de Dublin no cumple con los estándares establecidos, y que la mejor decisión es clausurar la instalación". Esta determinación se basa en una evaluación exhaustiva sobre la efectividad de las medidas sin precedentes y los recursos adicionales aplicados.

El cierre de la prisión de Dublin representa un reconocimiento extraordinario por parte del Departamento de Prisiones de que sus esfuerzos por mejorar la cultura y el ambiente en la instalación no han tenido éxito. A pesar de numerosos intentos por abordar los problemas de la prisión después de la investigación de AP, que reveló un patrón de abusos y mala gestión que se había prolongado durante años e incluso décadas, la situación no mejoró.

El anuncio del cierre llega poco más de una semana después de que un juez federal tomara la decisión sin precedentes de nombrar a un administrador especial para la prisión. Ubicada a unos 34 kilómetros al este de Oakland, la prisión de Dublin es una de las seis prisiones federales exclusivamente para mujeres y la única al oeste de las Montañas Rocosas. Actualmente alberga a 605 reclusas, una disminución con respecto a las 760 que había en febrero de 2022. Las reclusas serán trasladadas a otras instalaciones, aseguró Peters, y ningún empleado perderá su empleo.