La lucha de Brad Jobling con su peso ha sido una montaña rusa desde sus días universitarios. En su mejor momento, rondaba los 70 kilos (155 libras) en su cuerpo de 1,65 metros (5 pies 5 pulgadas), pero alcanzó la preocupante marca de 100 kilos (220 libras). Durante una década, contó meticulosamente calorías con el programa WeightWatchers, solo para descubrir que cada kilo que perdía volvía a su cuerpo en poco tiempo, según dijo a Los Angeles Times.

Hace aproximadamente un año, este neoyorquino de 58 años adoptó un enfoque diferente al incorporar un nuevo medicamento para perder peso llamado Wegovy en su vida. La transformación fue sorprendente: ha perdido 13 kilos (30 libras) y ha adoptado hábitos más saludables, incluyendo una dieta balanceada y ejercicio regular, principios promovidos por décadas de consejos médicos y programas comerciales de dieta.

Sin embargo, esta experiencia ha cambiado radicalmente la perspectiva de Jobling sobre la pérdida de peso. Ahora ve la obesidad como una enfermedad que requiere atención médica, no solo cambios de comportamiento. Reconoce la necesidad de seguir tomando Wegovy a largo plazo para mantener su peso, aunque ya no encuentra el acto de comer tan atractivo como solía ser.

Este cambio en la percepción hacia los medicamentos para perder peso, como Wegovy y su predecesor, Ozempic, está redefiniendo las normas de la industria de la salud y el bienestar en Estados Unidos. Estos medicamentos han demostrado ser más efectivos en la pérdida de peso que el simple ejercicio y la dieta, lo que ha obligado a empresas líderes en el sector dietético a adaptarse o desaparecer.

Celebridades como Oprah Winfrey han respaldado estos medicamentos, pero algunos expertos advierten sobre la necesidad de regulación y educación para evitar el mal uso. A medida que aumenta la demanda, con millones de personas recurriendo a estos medicamentos, el campo de la pérdida de peso está evolucionando hacia un enfoque más médico, donde las compañías de renombre están integrando medicamentos recetados en sus programas de pérdida de peso.

La Clínica Mayo y WeightWatchers han ampliado sus servicios para incluir acceso a medicamentos para perder peso, reconociendo la creciente aceptación de los tratamientos farmacológicos en la lucha contra la obesidad. Incluso las compañías de alimentos y gimnasios están ajustando sus estrategias para adaptarse a este cambio de paradigma, ofreciendo productos y programas diseñados para complementar el uso de estos medicamentos.

Aunque los resultados de los medicamentos son prometedores, aún persisten incógnitas y preocupaciones sobre su uso a largo plazo y los posibles efectos secundarios. A medida que más personas buscan soluciones rápidas para perder peso, es fundamental un enfoque equilibrado que combine medicamentos con cambios de estilo de vida saludables.