Agentes federales de Seguridad Nacional llevaron a cabo registros en las opulentas mansiones de Holmby Hills y Miami, pertenecientes a Sean "Diddy" Combs el lunes, como parte de una pesquisa sobre acusaciones de tráfico sexual que involucran al influyente magnate del hip-hop y de la industria de las bebidas alcohólicas, informaron fuentes policiales.

La espectacular residencia de 17.000 pies cuadrados, donde Combs presentó su último álbum hace un año, fue invadida por agentes de la Seguridad Nacional, quienes ejecutaron una orden de registro en búsqueda de evidencia en apoyo a una investigación dirigida por fiscales del Distrito Sur de Nueva York, según informaron funcionarios policiales familiarizados con el caso.

"Esta mañana, agentes de Seguridad Nacional de Nueva York llevaron a cabo operativos como parte de una investigación en curso, contando con la colaboración de HSI Los Ángeles, HSI Miami y nuestras agencias policiales asociadas locales. Proporcionaremos más detalles a medida que estén disponibles", comunicó un portavoz de la HSI a la presna internacional.

Dos de los hijos de Combs fueron vistos detenidos en la propiedad de Holmby Hills mientras las autoridades registraban la mansión, tal como capturaron las imágenes difundidas por FOX11 Los Ángeles. Shawn Holley, abogado de Combs, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.

Combs, conocido tanto por su carrera en el hip-hop como por sus empresas, ha estado en el centro de acusaciones de agresión sexual y tráfico de personas en el último año, y esta redada representa una grave amenaza para su estilo de vida privilegiado. Hasta el momento, cuatro mujeres han interpuesto demandas civiles contra Combs, acusándolo de violación, tráfico sexual de menores, agresión y otros presuntos abusos, lo que ha puesto en peligro su imperio y ha sacudido la industria musical.

Combs, de 54 años, construyó su fortuna inicialmente como productor de hip-hop, artista y fundador de Bad Boy Entertainment, el sello que lanzó la carrera de Notorious B.I.G. Más tarde diversificó sus inversiones con empresas de moda y licores, incluyendo Sean John y Cîroc vodka.

Entre las demandantes se encuentra su exnovia, Casandra Ventura, conocida como Cassie, quien lo acusó de violación y agresión física, además de alegar que la obligó a tener relaciones sexuales con prostitutas frente a él. Joi Dickerson-Neal presentó otra demanda acusando a Combs de drogarla y violarla en 1991, grabando el ataque y distribuyendo las imágenes sin su consentimiento.

Otra demanda indica que Combs y el ex presidente del sello Bad Boy, Harve Pierre, violaron y traficaron sexualmente a una joven de 17 años. Pierre ha negado vehementemente estas acusaciones, calificándolas de "repugnantes", "falsas" y un "intento desesperado de obtener ganancias financieras".

Después de la presentación de la cuarta demanda, Combs emitió una declaración en Instagram, negando todas las acusaciones y declarando su intención de luchar por su nombre, su familia y la verdad. Fuentes cercanas a la investigación penal de HSI indican que los investigadores han entrevistado a personas relacionadas con las acusaciones de tráfico sexual presentadas en las demandas contra Combs.

Los problemas legales de Combs no se limitan a las acusaciones de violación. El mes pasado, el productor Rodney "Lil Rod" Jones presentó una demanda federal contra Combs, acusándolo de acoso sexual y amenazas durante más de un año. En respuesta a los informes sobre los registros en las propiedades de Combs, el abogado de Cassie Ventura y otro demandante anónimo expresó su apoyo a las autoridades en su intento de enjuiciar a quienes han violado la ley.

Combs, cuya vida ha estado marcada por enfrentamientos con la ley, ha sido previamente acusado de agresión y posesión de armas, aunque no ha sido declarado culpable en todos los casos. Estas nuevas acusaciones representan un desafío significativo para su reputación y su futuro.