La Selección de fútbol de Gambia ha enfrentado momentos críticos en las últimas horas mientras se dirigían a Costa de Marfil para participar en la Copa de África 2024. El viaje, que inició desde Arabia Saudí hasta Banjul, capital de Gambia, con escalas en Estambul y Casablanca, se convirtió en una pesadilla para los jugadores.

Después de 32 horas de travesía, al despegar desde Banjul, la cabina del avión se volvió un horno, generando un intenso calor que afectó a varios jugadores. La falta de oxígeno se sumó a la situación, provocando mareos y dolores de cabeza entre los pasajeros, según relató el defensa gambiano Saidy Janko en un video publicado en Instagram.

Janko describió la situación como "inaceptable" y detalló que la tripulación les informó que el aire acondicionado comenzaría a funcionar una vez estuvieran en el aire. Sin embargo, la realidad fue otra, y ante el empeoramiento de la situación, el piloto se vio obligado a tomar la decisión de realizar un aterrizaje de emergencia solo nueve minutos después del despegue. 

En el video, Janko expresó su angustia y exigió represalias contra los responsables de la situación. Afortunadamente, la rápida acción del piloto evitó consecuencias más graves, y todos los pasajeros, incluyendo los jugadores de la Selección de Gambia, pudieron descender del avión ilesos. 

Este incidente ha generado preocupación en la antesala de la Copa de África 2024, planteando interrogantes sobre las condiciones de seguridad en los viajes de equipos deportivos internacionales y la necesidad de medidas correctivas para evitar situaciones similares en el futuro.

Saidy Janko, jugador del equipo, publicó este comunicado en redes sociales: “Después de viajar 32 horas en total desde Arabia Saudita (campo de entrenamiento) a Gambia, con largas escalas en Estambul y Casablanca, se suponía que hoy volaríamos desde Gambia a Costa de Marfil para disputar la AFCON. Tan pronto como subimos a la avioneta que alquilaron para llevarnos, notamos el inmenso calor que nos dejó empapados de sudor. La tripulación nos aseguró que el aire acondicionado comenzaría una vez que estuviéramos en el cielo. El calor inhumano, combinado con la falta de oxígeno, provocó fuertes dolores de cabeza y mareos extremos en muchas personas. Además, la gente empezó a quedarse profundamente dormida minutos después de despegar. Mientras estábamos en el aire, la situación empeoró, dejando al piloto sin otra opción que iniciar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Banjul nueve minutos después del despegue. Lo cual sucedió con éxito. ¡Si no fuera por esto, las consecuencias podrían haber sido mucho peores! Sabiendo lo que podría haber pasado, si hubiéramos estado expuestos a la situación por más tiempo -en un avión, quedándonos sin oxígeno-... estamos agradecidos de que todos se sientan bien, pero esta es una situación que debe abordarse de cara a la AFCON, ya que es solo uno de nuestros obstáculos en el deber internacional. Esto es inaceptable y debe haber un cese con efecto inmediato”.