Desde el año 2013, el mundo no ha vuelto a ver a Michael Schumacher tras un accidente durante sus vacaciones que lo dejó en un estado de salud desconocido hasta la fecha. Desde entonces, el múltiple campeón de Fórmula 1 se ha mantenido fuera del ojo público, mientras su familia ha luchado arduamente por su recuperación. Su esposa Corinna, de 55 años, ha estado a su lado junto a sus hijos, enfrentando tanto retos humanos como económicos. En 2015, la familia decidió vender su casa de vacaciones en Noruega para ayudar a financiar el costoso tratamiento de Schumacher.

Además de la vivienda, Corinna también vendió el jet privado de la familia, lo que generó aproximadamente 25 millones de libras, destinados en gran parte a cubrir los gastos médicos de Michael. Tras el accidente, Corinna asumió la gestión financiera de la familia. Según el diario The Sun, el costo anual del tratamiento de Schumacher asciende a alrededor de 38 millones de reales.

En 2021, Corinna vendió la mansión de la familia ubicada en Gland, Suiza, por unos 58.7 millones de euros para seguir financiando el tratamiento de su esposo. Recientemente, para mantener una situación financiera estable que cubra todas las necesidades de la familia, Corinna decidió vender ocho relojes pertenecientes a Michael Schumacher. Estos relojes fueron subastados en Ginebra, Suiza, alcanzando un total de cerca de 4.25 millones de dólares. “Nuestro sincero agradecimiento a nuestros consignadores y a la familia Schumacher que nos confió las excepcionales pertenencias de Michael Schumacher. Vimos una fuerte participación global, con un énfasis en América”, declaró Remi Guillemin, especialista en relojes de Christie’s, según la agencia AFP. El artículo más valioso fue un reloj Patek Philippe modelo 1948, del cual solo existen 58 ejemplares, vendido por 2,711,500 dólares.