En la madrugada del jueves 13 de marzo, una explosión devastadora sacudió las inmediaciones de la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande y peligrosa de Ecuador, ubicada en el norte de Guayaquil. Aunque las autoridades no han confirmado oficialmente que se trató de un atentado con coche bomba, la explosión fue causada por vehículos cargados con explosivos, dejando un guardia carcelario fallecido y tres heridos, incluyendo un policía.

La onda expansiva de la explosión fue tan potente que rompió ventanas a 130 metros de distancia y lanzó esquirlas metálicas en un radio de 50 metros, afectando viviendas y negocios cercanos. Los vecinos relataron escuchar un estruendo ensordecedor y sentir cómo todo se remecía en el momento del estallido. Las llamas incendiaron dos vehículos completamente y dañaron otros cuatro que se encontraban en las proximidades.

La Fiscalía General del Estado inició una investigación por terrorismo tras el incidente, que se suma a una serie de eventos violentos en el país. La Penitenciaría del Litoral ha sido un foco de la crisis carcelaria en Ecuador, con más de 500 presos asesinados entre 2021 y 2024 debido a conflictos entre bandas criminales rivales. Las autoridades continúan investigando las motivaciones detrás del atentado, que podría estar relacionado con la escalada de violencia por parte de grupos armados organizados.