En una operación coordinada entre la Dijin, la Dirección de Inteligencia de Ecuador y la agregaduría jurídica del FBI, las autoridades lograron capturar a un peligroso delincuente que figuraba en el cartel de los más buscados de Bogotá. Este individuo, identificado como Óscar Coronado Calderón, conocido por el alias ‘Corona’, estaba vinculado a al menos 15 casos de fleteo, un delito que ha afectado gravemente la seguridad y el patrimonio de los ciudadanos.

La investigación reveló que Coronado Calderón, miembro del grupo criminal ‘Los Sacapintas’, había perpetrado sus delitos entre 2018 y 2019, causando pérdidas económicas superiores a los 550 millones de pesos a sus víctimas. Su notoriedad en el ámbito del crimen llevó a que su imagen fuera incluida en el cartel de delincuentes más buscados en 2020. Ante esta situación, decidió huir a Ecuador, estableciéndose en la ciudad de Quito.

Una vez confirmada su salida del país, se implementó una operación internacional para localizarlo. Días después, Interpol emitió una circular azul con el fin de recabar información sobre su paradero y las actividades delictivas que se le atribuían. Además de los casos de fleteo, la investigación también abarcaba su implicación en otros tres delitos graves.

Las indagaciones llevaron a las autoridades a descubrir que Coronado se había asentado en el sur de Quito, donde trabajaba como vigilante en una propiedad local como parte de su estrategia para ocultar su verdadera identidad. Sin embargo, al ser localizado por las fuerzas del orden y al verse acorralado, intentó evadir su captura presentando un documento de identidad venezolano falso. A pesar de su intento por engañar a las autoridades, estas lograron identificar la falsedad del documento y procedieron con su arresto.

El coronel William Lara, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Bogotá, confirmó que "alias Corona" está siendo trasladado a Colombia para enfrentar los cargos que se le imputan. En total, existen cuatro órdenes de captura vigentes contra él por delitos que incluyen hurto calificado y agravado, fabricación y tráfico de armas de fuego, lesiones personales dolosas y concierto para delinquir. Además, se encuentra bajo investigación por el delito de fuga de presos.

Esta captura no solo representa un avance significativo en la lucha contra el crimen organizado en Colombia, sino que también destaca la importancia de la cooperación internacional en la persecución de delincuentes peligrosos que operan más allá de las fronteras nacionales.