A solo días de las elecciones presidenciales que se celebrarán del 15 al 17 de marzo, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha utilizado su discurso sobre el estado de la nación para impulsar vigorosamente su candidatura a la reelección, haciendo hincapié en la determinación de Rusia de continuar la lucha en Ucrania y proclamando una victoria indiscutible que supondría una derrota estratégica para Occidente, a quien ha vuelto a amenazar con armas nucleares.

En una alocución que se extendió por un récord de dos horas y seis minutos, Putin dedicó la mayor parte de su intervención a infundir ánimo a una población preocupada por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y las sanciones internacionales. Desde el Palacio de Congresos Gostini Dvor, junto a la Plaza Roja, Putin comenzó su discurso enfatizando el compromiso de Rusia de dedicar todos los recursos necesarios para asegurar la victoria en Ucrania. Destacó el apoyo unánime de la nación a las tropas rusas y la dedicación de las fábricas del complejo militar industrial, que trabajan a plena capacidad para sostener el esfuerzo bélico. Según Putin, la "Operación Especial Militar", como se ha denominado oficialmente la ofensiva en Ucrania, tiene como objetivo fortalecer la soberanía rusa.

Después de guardar un minuto de silencio en memoria de los caídos, Putin se esforzó en disipar las dudas sobre la continuación de la guerra, resaltando los avances de las fuerzas armadas rusas en el campo de batalla y reiterando la afirmación de que Rusia no inició el conflicto, sino que busca ponerle fin y derrotar al nazismo.

Refutando las críticas sobre la falta de equipo militar suficiente, Putin afirmó que todas las armas anunciadas en su discurso de 2018, incluyendo misiles y sistemas avanzados, están en uso y que pronto serán entregadas nuevas armas a las tropas. A pesar de su disposición a dialogar sobre estabilidad estratégica con Estados Unidos, Putin lamentó que las acciones hostiles de Occidente hacen que estas conversaciones sean inviables. Advirtió sobre una carrera armamentística impulsada por Occidente y subrayó la disposición de Rusia para usar armas nucleares en caso necesario.

Putin también abordó la expansión de la OTAN hacia el flanco occidental de Rusia, advirtiendo sobre las consecuencias para aquellos que intervengan en su contra, y reafirmó el compromiso de Rusia con su soberanía política. En el ámbito económico, Putin elogió la resiliencia de la economía rusa frente a las sanciones y anunció inversiones adicionales en diversos sectores, pronosticando que Rusia pronto será la cuarta economía mundial.

El discurso de Putin refleja una combinación de determinación militar y orgullo nacionalista, elementos que parecen estar destinados a fortalecer su posición política y a obtener respaldo popular de cara a las próximas elecciones. Extracto de la alocución presidencial rusa, difundido por el diario ABC de España, aquí.